domingo, 29 de junio de 2014

“El Venezolano Carlos Coste, sufre accidente Cerebrovascular entrenando para récord mundial de apnea”

Martes 12 de Septiembre del 2006 en el Sharm el Sheikh aproximadamente a la 1:26 pm, el apneista Carlos Coste quien ha realizado nueve récords mundiales de buceo a pulmón, sufrió un accidente durante un entrenamiento como preparación para superar el récord de “no limits”, en el marco de Reto en el Abismo, el cual dos semanas antes había sido obtenido por el austriaco Herber Nitsch a 183 metros en 3 minutos y 17 segundos. Coste desciende a 182 metros en 2 minutos, dos buzos lo cuidaban, a los 120 metros lo vieron con un poco de retraso pero pensaron que era algo normal, sin embargo, le tomo 5 minutos en llegar a la superficie, tiempo total de inmersión el buceo más largo de la historia de este deporte en profundidad. El tiempo de los entrenamientos previos a este habían sido de 165 metros/4 minutos 40 segundos y 171 metros/ 4 minutos 25 segundos.
            El retraso se debió a que justo después de que Coste había descendido se presentaron corrientes marinas muy fuertes que pandearon la posición de la cuerda que debía estar perfectamente vertical para facilitar el ascenso. Esto produjo una fricción bastante considerable entre la cuerda y el lanyard sistema de seguridad que mantiene a Carlos aferrado a la línea, lo que trajo como consecuencia que Carlos permaneciera más de 2 minutos 51 segundos por debajo de los -100 metros produciéndole una fuerte narcosis (especie de borrachera o adormecimiento que ocurre en buceo a grandes profundidades), lo que sumo un factor nuevo al retraso ya que cuando Carlos entro en ese letargo se coloco en una posición no muy aerodinámica para el ascenso. Por su lado, los apneistas de seguridad después de una larga espera a 30 metros, lo acompañaron los últimos metros de ascenso. Carlos llega a la superficie y hace su protocolo reglamentario, dando la señal de “ok” y diciéndole verbalmente a Gaby (su esposa) “estoy ok”, quien lo esperaba impaciente y muy preocupada en el agua. Inmediatamente, Coste reporta que se siente muy mareado tal y como lo había mencionado en los últimos entrenamientos, por lo que todos pensaron que era producto de la narcosis. Sin embargo, y como se había venido haciendo desde hace dos años, en todos los entrenamientos por debajo de los 100 metros se le da oxigeno puro por 10 minutos inmediatamente después de hacer el protocolo de superficie a 5 o 6 metros de profundidad como prevención para evitar algún problema de descompensación y liberar las burbujas de nitrógeno en la sangre lo mas rápido posible. Mientras Carlos se aplicaba el oxigeno a 6 metros de profundidad, todo el proceso logístico continuo con normalidad; se recogía la cuerda, Gaby subió al bote a esperarlo, sin embargo, Coste por su parte dentro del agua continuaba con el mareo. Después de los 10 minutos de toma de oxigeno vuelve a subir al bote, y manifiesta que el mareo y el vértigo continúan, por lo que desde el bote se siguió con la terapia de oxigeno y se llamo inmediatamente al Centro de Rescate de Sharm El Sheikh quienes se encontraban a 3 minutos del lugar y lo llevaron velozmente al Centro de Medicina Hiperbárica a 5 minutos del sitio de entrenamiento. Posteriormente, en el centro lo atendieron los médicos de guardia quienes estuvieron en constante comunicación con el Dr. Adel Taher, Director de ese centro, Director de DAN Egipto y experto en accidentes de buceo.
            Carlos comenzó a empeorar y a presentar otros síntomas como vómitos constantes, descontrol en los movimientos y perdida de sensibilidad y fuerza de su pierna y brazo izquierdo, mareos y vértigos severos, adormecimiento constante, imposibilidad de sentarse por sí mismo, entre otras cosas. Los médicos, después de aproximadamente 40 minutos en observación, lo examinaron para descartar algún brotrauma en el oído medio e inyectarle algunos medicamentos, luego procedieron a ingresarlo a la cámara hiperbárica bajo las instrucciones del Dr. Taher. Lo retuvieron dentro de la cámara por 5 horas para liberar la presencia de alguna burbuja que se hubiese alojado en alguna parte de la cabeza. Dentro de la cámara, continuaban las pruebas y Carlos seguía vomitando, y con problemas motores en su lado izquierdo, por lo que se presumía que tuviese una lesión en el lado derecho del cerebro. Pero todo eran conjeturas e hipótesis, ya que hasta no realizar las pruebas pertinentes de Resonancias Magnéticas (MRI) y Tomografías Computarizadas (CT scan), no se podía saber con certeza que estaba sucediendo. En vista que en Sharm El Sheikh, no existen los equipos para realizar estas pruebas y con la preocupación del Dr. Adler de que un atleta como Carlos, recordista mundial, fuese atendido adecuadamente, se comunico con sus colegas alemanes quienes tenían la experticia y los equipos de alta tecnología para tatar estos casos, los cuales aceptaron ingresar a Carlos lo antes posible. En medio de esta tragedia, lo que mas aliviaba a Gaby, era que la mente de Carlos siempre estuvo clara, nunca perdió la conciencia.
            Miércoles 13 de Septiembre, Sharm El Sheikh. Coste comienza a mejorar, había sido ingresado la noche anterior al Centro médico de Sharm, y fue transportado en ambulancia al Centro Hiperbárico cada vez que necesitaba terapia en la cámara. Todo esto bajo la coordinación del Dr. Adel Taher. Por otro lado, se hacían los trámites para conseguir un vuelo directo a Munich para ingresar a Carlos a la clínica de Alemania, ya que el seguro había manifestado que no iba a cubrir ningún costo, por lo que la idea de llevarlo en una aeroambulancia presurizada, que hubiese sido el medio de transporte ideal quedo muy atrás, ya que ese servicio es sumamente costoso. Se recibieron innumerables llamadas por parte de periodistas, amigos, preocupados por la situación. Al igual que la Embajada de Egipto quien manifestó su apoyo moral ya que no contaban con recursos económicos. Un representante del IND, llamo muchas veces para manifestar su preocupación y la intención de este instituto y el Ministerio de Educación y Deporte para apoyar con algunos gastos.
Jueves 14 de Septiembre, Alemania. En la mañana todavía en Egipto, Coste se sentía un poco mejor, había disminuido el vértigo, los mareos y los vómitos, se le coloco nuevamente en la cámara hiperbárica para prepararlo para montarlo en el avión ya se tuvo que viajar en un charter normal desde Sharm El Sheikh hasta Munich, lo bueno es que el Dr. Taher se ofreció a acompañarnos. Durante el viaje de 5 horas hasta Alemania, Carlos no presento ningún problema adicional, todo lo contrario, acepto su primera comida después del accidente. El hospital había preparado todo el traslado en Ambulancia desde el aeropuerto, con un carro adicional preparado por la Cónsul de Munich hasta el Unfallklinik en la ciudad de Murnau, una clínica especializada en todo tipo de accidentes, con equipos de altísima tecnología y personal especializado para tratar y rehabilitar cualquier tipo de patología, en especial accidentes que requieran de tratamientos en medicina hiperbáricas. Una vez arribado al Hospital, lo atiende el Dr. Armin Kemmer, Director Centro Médico de Tratamiento HBO de esta clínica, Presidente de la Sociedad de Medicina Hiperbárica y Buceo de Alemania, quien asumiría el caso y que había estado en comunicación permanente con el Dr. Taher.
Viernes 15 de Septiembre, Murnau. Se le hacen todas las pruebas fisiológicas, neurológicas, cardiológicas, RMI y CT scan para detectar cual y en qué zona estaba el daño. Las pruebas arrojaron el resultado de que se presume que una burbuja estuvo alojada en el cerebelo causando una embolia que produjo daños en los tejidos que evitan la oxigenación correcta del mismo, y que actualmente presentan un edema alrededor de esta área. Los resultados también mostraron que no hubo daños en los alveolos pulmonares, que fue una de las suposiciones que se manejaban al principio, que Carlos al momento de realizar las carpas (técnica utilizada por los apneistas para llenarse un poco mas de aire antes de la inmersión) hubiese tenido una rotura en los pequeños alveolos de los pulmones y por lo que hubiese penetrado alguna burbuja de oxigeno que pudiese haber llegado al cerebro, por lo cual esta hipótesis quedo descartada.
            Sábado 16 de Septiembre, Murnau. Realmente la causa del accidente es un misterio para la medicina, son muy pocas las investigaciones que se hayan realizado en este deporte. El Doctor dice que pudo ser por lo rápido del ascenso con esta técnica del globo para “no limits”. Se dice que, fue más bien un tiempo muy largo, sobre todo por debajo de -100 metros. La experiencia de otros atletas contado con los dedos de las manos quienes han ejecutado esta modalidad es tratar de bajar y subir lo más rápido posible y luego disminuir la velocidad de ascenso los últimos metros   para evitar problemas de descompresión. En el caso de Carlos, el día del accidente ocurrió todo lo contrario producto del problema con la cuerda que no le permitió ascender rápidamente por debajo de los -100 metros y el hecho de haber estado con problemas de narcosis no le dejo pensar claramente para bajar la velocidad los últimos metros para llegar a superficie. Por lo que en este caso ocurrió, todo lo contrario a lo que han experimentado otros atletas que han implantado récords en esta modalidad.
Esta modalidad de “no limits” es la más extrema por las profundidades que se alcanzan, son pocas las personas que pueden llegar a ellas. El riesgo de que ocurran accidentes esta intrínseco en cualquier deporte y más en los deportes extremos. Lo importante es controlar esos riesgos, en este caso se implantaron todos los sistemas de control. Y gracias a eso la lesión no fue tan grave. Se tuvo la visita de un representante de Red Bull Munich, quien nos dio un teléfono celular y ofreció todo su apoyo.

Domingo 17 de Septiembre, Murnau. Ahora lo primordial es que Carlos está mejorando progresivamente  y se espera una recuperación del 100%. Se le está aplicando tratamiento para eliminar el edema, necesita mucha tranquilidad, tiene adormecimiento de la parte izquierda de la cabeza, orejas y cara, sigue presentando problemas motores para caminar, y con su mano izquierda,   pero cada día recupera un poco mas (lento pero seguro), todavía no puede enfocar bien la visión, no puede leer muy bien ni ver televisión. El médico hizo un estimado del tratamiento y la rehabilitación, que puede que se prolongue de 1 1/2 a tres meses. Eso depende de él mismo, sabemos que Carlos es una persona muy fuerte de espíritu, cuerpo y mente, estos tratamientos varían con cada ser humano. Se tuvo la visita de una representante de la Embajada de Venezuela en Alemania, quien se llevó los informes médicos y algunas facturas por pagar del tratamiento en Egipto, ya que el Ministro de Educación y Deporte afianzó su intención de dar un primer aporte y la embajada será el ente conector entre nosotros y el gobierno de Venezuela.
Nosotros estamos muy agradecidos por todo el apoyo moral que hemos recibido de la Embajada de Egipto,  nuestros patrocinantes, de todo el pueblo venezolano con todos esos lindos mensajes, el soporte del Hotel Ocean Bay Hotel y Ocean Tec que todavía nos están resolviendo algunos costos de logística en Sharm,  la Embajada de Venezuela. En Berlín a través de la embajadora Blanca Nieves Portocarrero y la Sra. María, el apoyo de Red Bull Alemania y Venezuela, gracias a ellos ya tenemos comunicación desde aquí. La intención del gobierno en colaborar aunque a lo mejor el monto no va   a ser suficiente. No tenemos idea cuánto costará el tratamiento completo todavía, pero lo que si estamos claros es que queremos a Carlos para rato, batiendo récords mundiales, ganado campeonatos, logrando retos. Por esto quiero sensibilizar a algunas empresas o personas que quieran colaborar, no importa lo que cueste su rehabilitación buscaremos donde sea para que se recupere completamente.



A continuación, palabras de Carlos Coste:

“Hola amigos, quiero saludarlos y aclarar varios puntos importantes sobre el accidente y otras cosas:

-Primero que  todo les doy mis más sinceras GRACIAS por todas las muestras de apoyo que nos han llegado vía teléfono, email, web site, entre otros, créanlo las leo todas, y me dan mucho ánimo.

-Mis retos en las profundidades los hago porque me gusta, y son metas que yo mismo me propongo. Doy mil gracias a que cuento con mis sponsors que me apoyan para llevarlas a cabo y que en ningún momento me siento presionado por ellos, sino por mi propio espíritu de explorador.

-Asumo la responsabilidad de lo que ocurrió, son riesgos asociados a la realización de grandes proyectos y sueños que me han permitido modificar las fronteras del ser humano en las profundidades del mar.


-Gaby  ha sido mi gran apoyo, ángel de la guarda durante mi carrera y ahora mas, siempre incondicional, gracias desde el fondo”.


viernes, 20 de junio de 2014

La historia de Jenny.

El impacto personal de un accidente cerebrovascular causado por fibrilación auricular (factor de riesgo de la Enfermedad Vascular Cerebral)

Septiembre del 2011

INTRODUCCIÓN:

Jenny, cuyo marido tuvo un accidente cerebrovascular causado por  fibrilación auricular, compartió recientemente su experiencia con los asistentes a una reunión de la Asociación de Fibrilación Auricular (AFA). Su historia realmente demuestra el gran impacto que deja un accidente cerebrovascular causado por fibrilación auricular, tanto para la persona que sobrevive al accidente cerebrovascular como también para sus seres queridos.


Normalmente escuchamos a la gente utilizar el término víctima de un accidente cerebrovascular, o víctima de cáncer, o víctima de un accidente de tránsito. Las personas que sufren alguna de estos traumas son, obviamente, las víctimas. Pero rara vez, o nunca, se escucha hablar acerca de la persona que cuida de ellos como una víctima. Sin embargo créanme que cuando de repente y sin previo aviso te encuentras en estado de shock, en un abismo y sin conocimiento alguno, cuidando de alguien, tienes todo el derecho a que se te considere una víctima. Yo debería saberlo, ya que soy una de esas personas. De la noche a la mañana me convertí en una autoridad en un tema, una enfermedad, de la cual no quería saber y nunca pensé que tendría que aprender. Esto no quiere decir que una persona quiera que le tomen pena, o busque agradecimiento, o una medalla. Tampoco que no vaya a cuidar de su ser querido con gusto y hacer lo que sea mejor para él; pero cuidar a alguien, especialmente cuando no se sabe cuál será el resultado de su condición a largo plazo, es aterrador, desgastante, agotador y representa un cambio de vida.

Cuando hace dos años y medio mi marido tuvo un accidente cerebrovascular, fue sin ninguna duda, un cambio en la vida de los dos. Puede sonar dramático, pero aún hoy cuando pienso, después de dos años y medio, en la imagen de mi esposo cuando lo encontré ese día, el 1 de marzo de 2008, sigue siendo chocante. Realmente, hasta el día de hoy, físicamente todavía me siento en estado de shock. Es algo que no puedo quitarme de la cabeza y todavía, a veces, creo que voy a despertar sin que nada de esto hubiera pasado y que todo haya sido un mal sueño.

Pero antes que alguien piense “¿por qué está esta mujer aquí, cual Minnie la llorona, cuando fue su pobre marido el que tuvo el accidente cerebrovascular?” Me gustaría aclarar que yo nunca pensé “¿por qué nosotros?”. HONESTAMENTE, pude haber pensado “¿y por qué no a nosotros? – ¿Por qué debería cualquiera de nosotros estar exentos de las cosas malas? Pero cuando hace 20 años mi marido estuvo involucrado en un accidente automotriz que casi le cuesta la vida, muchas veces pregunté, “¿Por qué a él?”, porque él ya había tenido más que su cuota justa de trauma. Por el otro lado, yo también creo un poco en que las cosas le llegan a quien realmente tiene la fuerza de hacer frente a ellas.

La memoria de todo lo ocurrido en las primeras horas y semanas después del accidente cerebrovascular resulta ser tan nítida como si hubieran sucedido ayer. En esos días los pocos segundos de paz que tenía eran aquellos justo después de despertarme en la mañana, cuando todavía estás en ese estado medio tonto de sueño, justo antes de que tu cerebro se active; porque tan pronto como mi cerebro se despertaba, la sensación de pánico era abrumadora. El día se iba en dos visitas diarias al hospital, el ir detrás de los doctores cuando hacían sus rondas para poder hacerles preguntas, y en responder al sin fin de llamadas telefónicas bienintencionadas de amigos y familiares.

Y luego vinieron más llamadas telefónicas, esta vez a las personas de las aseguradoras, a los empleadores de mi esposo, a los consultores de corazón y de  accidente cerebrovasculares y a sus secretarias, al médico clínico, fisioterapeutas, fonoaudiólogos, enfermeras de neurorradiología intervencionista, a nuestro seguro médico, y por los formularios para subsidio de subsistencia para discapacitados y para asignación de cuidadores, y mientras tanto tratando de explicar que “no, mi marido no puede comprobar su identidad por teléfono debido a que ha sufrido un accidente cerebrovascular, justamente el motivo por el cual estoy llamando”.

Luego, cuando James salió del hospital todo mi tiempo “libre” lo dedicaba a investigar en la computadora acerca de los accidentes cerebrovasculares y más tarde, cuando fue diagnosticado, acerca de fibrilación auricular – algo que nunca había oído nombrar. Hacer esas cosas cuando uno se siente fuera de sí por tan gran preocupación es doblemente agotador. Al principio solo le conté a un puñado de personas, ya que era muy agotador tener que contar toda la situación y también porque sentía como si estuviera llamando a la gente sólo para darles malas noticias;  hablar de ello era emocionalmente agotador y deprimente, y casi siempre colgaba el teléfono llorando.

De hecho, hace poco leí acerca de una mujer que tuvo cáncer y que escribía un blog todos los días acerca de lo que le pasaba, para que todos sus familiares y amigos que estaban preocupados pudieran leer y seguir los acontecimientos sin tener que preguntarle todo el tiempo. No era que ella no quería hablar con la gente, simplemente era demasiado agotador seguir repitiendo lo que le pasaba a cada uno de los que llamaban por teléfono mientras se sentía tan mal. Dicho esto, tuve mucha suerte de tener tantos amigos preocupados que llamaban por teléfono todo el tiempo y enviaban tarjetas, pero obviamente el único tema de conversación era James Y pulsaciones Y hospitales Y especialistas Y niveles de warfarina Y cómo iba en mi búsqueda del especialista de corazón perfecto. Así que, a pesar de que era fantástico que toda esta gente se preocupara por nosotros, las conversaciones respecto a James eran emotivas y deprimentes.

Solía colgar el teléfono con la sensación de haber sido exprimida. Estoy segura de que la gente también preguntaba por mí, ¡pero no me acuerdo! Incluso ahora, cuando comento lo mal humorada que me puedo poner, la gente todavía dice “oh pobre James, no le grites” – Y mi madre, que constantemente me decía “sabes que tienes que ser fuerte para James”, y yo pensaba -  ¿Y yo qué?_ Soy humana y tengo un punto límite, y aún hoy todavía puedo llegar al punto de gritar sin mucha provocación en mi día a día – pero a esto supongo que mi marido diría que esa soy yo, ¡siendo quien soy!

Yo no me considero una cuidadora en el verdadero sentido de la palabra, porque después de un año mi marido volvió al trabajo, y consideramos que tenemos MUCHA, mucha suerte de haber tenido un resultado tan bueno. Pero sé que he cambiado y que nuestras vidas ya no son las mismas. No puedo precisar en qué cambié, pero me SIENTO diferente por dentro y todavía me siento bajo presión gran parte del tiempo. A veces pienso que es porque mis energías se agotaron. Tengo días malos, sin que haya ninguna verdadera razón, y en los cuales siento que no puedo hacer frente a las cosas, y aunque siempre he tenido poca paciencia, ahora no tengo paciencia en lo absoluto.

En lo que respecta a mi marido, o a cualquier persona que haya tenido un accidente cerebrovascular, es lógico pensar que ya no es la misma persona. Un accidente cerebrovascular, por definición, significa que una parte del cerebro ha muerto. Por lo tanto ¿cómo puede una persona volver a ser la misma? Es VERDADERAMENTE, pero verdaderamente importante que su pareja pase por un período de luto, ya que en esencia perdió al menos una parte de la persona que alguna vez tuvo, y eso es algo que uno no se da cuenta si no ha pasado por esa situación.

Durante los primeros días después del accidente cerebrovascular de James, él solía asustarme. Cuando todavía estaba en el hospital, un día me dijo que la enfermera le había indicado que no debía volver a comer toronja, y recuerdo que enseguida pensé ¡Dios mío, ¿qué tiene que ver la toronja con un accidente cerebrovascular?! Luego, unos días después de haber vuelto a casa del hospital, nos sentamos a ver el programa El Aprendiz (The Apprentice) en TV y me dijo: “Creo que esa mujer pelirroja es mi jefa”. Me quedé sentada allí petrificada, pensando que James había perdido el juicio por completo, pero en realidad él tenía razón en ambas cosas: realmente era su jefa en la tele, y por supuesto que se debe evitar la toronja, ya que interactúa con la warfarina. Ahora puedo ver un poco el lado cómico, pero créanme que en los meses siguientes al accidente cerebrovascular no había mucho de qué reírse.

Me la pasaba diciendo “cuidado con la cabeza” o “recuerda que el cuchillo de pan es realmente filoso” porque ya estaba asustada de verlo cortándose a sí mismo o golpeándose la cabeza, lo que por supuesto puede causar una hemorragia cuando se está en tratamiento con warfarina. Físicamente, el no podía siquiera sacar la basura sin tener que sentarse a descansar después.

No sabíamos si eso era el resultado del accidente cerebrovascular o porque su corazón latía fuera de ritmo, probablemente ambas. Comenzó a hablar poco, hasta el punto de decir sólo monosílabos, y cuando me puse contenta porque encontré algo útil en Internet no mostró absolutamente ningún interés. Por supuesto que no, él no se sentía lo suficientemente bien, pero me sentía como si estuviera hablándome a mí misma y golpeando mi cabeza contra una pared de ladrillos. Cada vez que salía de la casa me preocupaba, y llamaba TODO el tiempo para ver cómo estaba. Tenía miedo que se quemara, o dejara el gas prendido, o se cayera por las escaleras porque estaba inestable. Me preocupa tanto que llegué a ser un desastre emocional, pero no podía permitirme ese lujo, porque tenía que cuidar de él. Me preocupaba por todo, desde el momento en que abría los ojos hasta el momento en que me acostaba en la cama. A menudo sentía que si me encontraba en la calle con migo misma no me hubiera reconocido. ¡Uno de mis mejores días fue cuando cargué el coche que funciona a diesel con gasolina! Me preocupaba por lo que estaba ocurriendo en el aquí y ahora, y lo que sucedería en el futuro.

Suena patético y egoísta, pero odiaba el hecho de que tenía que conducir para todas partes. Odiaba que cuando salíamos la gente terminaba las oraciones por James y no le daban la oportunidad de encontrar sus palabras, y siendo personas a las que nos gusta tomar una copa pensaba, que nuestra vida social iba a terminar si James se sentaba a beber cerveza de jengibre en lugar de vino con el resto de ellos. Me preocupaba por lo que sucedería si nos íbamos de vacaciones y él tenía otro accidente cerebrovascular.

Me preocupaba por mí misma también. Yo estaba, y todavía estoy, asustada de que si algo me pasa a mí – Dios no quiera un accidente cerebrovascular – quién se haría cargo de mí y quien continuaría recordándole a James de los turnos del médico y diciéndole que recoja sus pastillas de los médicos. ¡Él todavía tiene su teléfono móvil programado con la alarma a las 6:00 todas las noches para acordarse de tomar su warfarina! Realmente se ha convertido un poco en una broma.

Como resultado de esta preocupación que continúo teniendo, me acuesto en la cama consciente de los latidos de mi corazón, cosa que antes nunca hice. Probablemente, eso me hace sonar un poco maníaca, pero eso pasa cuando uno pasa un susto de salud importante. Siempre he sido una persona bastante independiente, que por lo general hace frente a las cosas, pero cuando la persona con la que vives súbitamente deja de estar realmente ahí para intercambiar ideas, te das cuenta que estás prácticamente por tu cuenta, y te hace entrar en pánico porque te sentís aislado y que la responsabilidad recae en uno para absolutamente todo. Tenía que tomar decisiones sobre la salud de James, porque él no estaba totalmente bien como para decidir por sí mismo.

A veces miraba tan lejos en el futuro y lo que podría ocurrir que sentía como si me estuviera ahogando. Siempre me preguntaba cómo alguien con hijos pequeños podría hacer frente a esto, pero supongo que simplemente se sigue adelante, ¿no? Una amiga mía, ex enfermera de Macmillan, me dio un consejo excelente cuando me dijo: “no mires más allá de mañana y desmenuza todo en trozos pequeños”. Realmente tuve que hacer un esfuerzo consciente para hacerlo, pero sí ayuda, ya que te impide saltar de una preocupación a otra, sin llegar a ninguna parte. Por ejemplo, si al día siguiente tenía una cita en el hospital me concentraba en eso. Enfócate en eso, acaba con ese tema y recién entonces piensa en el día siguiente y lo que necesitas hacer.

Acepté que tendría que “borrar” un año, que es el tiempo que nos dijeron que puede tomar la recuperación de un accidente cerebrovascular, y una vez que acepté eso, sentí un poco menos de presión.

Tan pronto como fue diagnosticado con fibrilación auricular como causante del accidente cerebrovascular me aceleré por completo como una loca. Realmente, esa fue una de las mejores épocas, porque yo estaba enfocada en una misión absoluta para conseguir EL MEJOR asesoramiento y tratamiento posible, sentía que tenía algo “a cargo mío” y que al menos tenía control de algo. Regresar el corazón de James de nuevo a su ritmo cardíaco se convirtió en mi único objetivo, realmente no pensaba en otra cosa. Fue en ese momento que encontré la Asociación de Fibrilación Auricular en Internet por la cual llegamos a Bart en Londres, y gracias a Dios que llegamos. Sentí que por lo menos mis días eran constructivos y que estaba invirtiendo mi tiempo y energía en hacer algo positivo, que potencialmente podía encaminar nuevamente nuestras vidas.

Recuerdo cuando hicimos cita para la primera consulta, ¡lo contentos que estábamos! Fue justo antes de ir a New Jersey por unos días cuando fuimos a caminar por la playa, lo cual a James no le resultó muy difícil, y me dijo que se sentía mejor que nunca desde que había sucedido todo, y me pregunté si era que realmente estaba mejorando o era el hecho saber que íbamos a tener esta cita. Yo siempre estaba en busca de signos de que se haya formado un camino alrededor de la herida del cerebro.

Su tratamiento de fibrilación auricular había comenzado probando diferentes medicamentos y cada nuevo medicamento nos daba un poco de esperanza, pero ninguno de ellos proporcionó una solución a largo plazo, por tanto que encontrar al doctor adecuado era obviamente de suma importancia. Creo que cuando uno tiene que tratar el apéndice, la mayoría de la gente confía en que su hospital local haría un buen trabajo, pero cuando se está poniendo el corazón – casi literalmente – en manos de alguien, lo que es casi surrealista, tienes que ser juicioso y realizar un acto de fe.

Desde el primer momento los dos, sin ninguna duda, tuvimos una fe total y absoluta en nuestro hombre del corazón (mi marido piensa que es semejante a Dios y se lo dice, así que no hay presión sobre el pobre hombre, ¡de verdad!). Es obvio que es de suma importancia tener confianza en el médico y que se sientan cómodos haciendo preguntas, y muy importante, que entiendan las respuestas.

Una cardioversión regresó muy rápidamente su corazón al ritmo cardíaco, pero sólo por unos días. Dijo que de repente se sintió mal, tenía una punzada en el pecho y cuando escuché, su corazón había regresado a tener un ritmo irregular. Nos sentíamos completamente destruidos. Cuando James se hizo su primer procedimiento de ablación, yo tenía más miedo que nunca. Hubiera estado menos asustada si hubiera sido yo la que tenía que hacerse el tratamiento. El me dijo que no tenía miedo en absoluto del tratamiento, sólo tenía miedo de que no funcionara. El estaba completamente seguro de que iba a estar bien. ¡Para cuando regresó del laboratorio, 8 horas más tarde, yo estaba hecha un caso perdido! Cuando se hace un tratamiento de  ablación existe un riesgo de tener un accidente cerebrovascular, y el riesgo es aún mayor si ya se ha tenido uno, lo que era mi mayor preocupación. No que el procedimiento no funcionara, pero que fuera a tener otro accidente cerebrovascular. Para entonces, James había progresado considerablemente, y la idea de volver a empezar desde cero – o peor – era impensable.

Para entonces ya habían pasado 6 meses desde su accidente cerebrovascular y me sentía como si estuviera corriendo con un tanque vacío. Suena realmente patético, pero me imaginaba en el camino de regreso del hospital por la noche, tomando el tren equivocado, teniendo que conducir de vuelta desde Londres en la oscuridad con James luego de tan sólo 24 horas de una cirugía cardíaca. ¡Les puedo decir que son ideas brillantes para bajar de peso!

El primer procedimiento de ablación no funcionó al 100%, pero habíamos comenzado el tratamiento sabiendo que a veces puede tomar 3 intentos para tener éxito. Después del segundo procedimiento, su corazón estuvo bien por un rato y luego una noche, completamente de la nada, se empezó a sentir mal y parecía como si estuviese teniendo un ataque al corazón. Llamé a una ambulancia y los paramédicos le hicieron un electrocardiograma y confirmaron que el corazón se había salido del ritmo, ¡lo que yo ya sabía, porque lo podía decir de solo escucharlo! Luego más tarde esa misma noche el corazón regresó a su ritmo por su propia cuenta. Dentro de ese corto plazo de tiempo llegamos a tocar fondo y luego de nuevo a resurgir, con mucho alivio. Ese tipo de montaña rusa emocionales absolutamente desgastante.

Basado en mi experiencia de los últimos años, puedo decir que por lo general la gente no ha oído hablar de la fibrilación auricular. Todos hemos oído hablar de un accidente cerebrovascular, la mayoría de nosotros probablemente conoce o sabe de alguien que ha tenido uno. Definitivamente yo no necesitaba de la campaña FAST que estaban pasando en la televisión en ese momento, para saber que James había sufrido un accidente cerebrovascular. Por el contrario, el mundo entero y su madre saben el miedo que puede dar encontrar un bulto en la mama, y sin embargo, uno igual tiene que ir al médico. Nosotros sabíamos, por pura casualidad, que antes de que mi esposo tuviera el accidente cerebrovascular su corazón no estaba en ritmo.

Una noche estábamos acostados en la cama viendo televisión y escuché que su corazón andada de un lado a otro. Lo que no sabíamos era lo que eso quería decir o lo que podría causar, e increíble y estúpidamente, ninguno de los dos se puso a investigar. ¡De hecho, nos reíamos de ello! No fue hasta aproximadamente 6 semanas después estando en la sala de Accidentes y Emergencias que recordé el incidente, cuando el médico me preguntó si mi marido tenía alguna condición cardíaca.

TODOS deberían estar igualmente informados acerca de como identificar un latido cardíaco irregular, así como se sabe detectar una masa debajo de la piel. Siempre supe que de las dos cosas – un accidente cerebrovascular y la fibrilación auricular, la fibrilación auricular es tratable (probablemente/con suerte), pero de un accidente cerebrovascular, no hay vuelta atrás. ¿Cómo puede haber vuelta atrás? Si una pequeña parte del cerebro muere, esta desaparece para siempre llevándose un poco de la persona con ella. Si hubiéramos sabido acerca de fibrilación auricular, probablemente hubiéramos podido evitar el accidente cerebrovascular.

Simplemente estamos agradecidos de que nuestra historia haya terminado tan bien, pero sin querer ser dramática, la vida no es, ni puede ser, la misma una vez que uno atraviesa un trauma tan importante. Eso se queda con uno y lo cambia. ¿Cómo no? Te puede hacer más compasivo, más sensible, y más vulnerable; te puede hacer menos tolerante o pasar la vida con miedo perpetuo.

Yo estoy perpetuamente asustada. Si llamo a James y a la tercera vez él no responde, lo que pasa a menudo, tengo que ir a buscarlo, y me da rabia, ese tipo de rabia que da por temor y que luego te hace sentir culpable. Si sale de casa a hacer un recado que yo sé más o menos el tiempo que le llevará, comienzo a entrar en pánico si se retrasa, y comienzo a pensar lo peor. La única cosa que ya no hago más, y que solía hacer todos los días, dos veces al día, es escuchar su corazón. Después del tercer tratamiento de ablación, en diciembre, su corazón había estado en ritmo durante 10 meses, toco madera, gracias a Dios, y yo literalmente, no puedo soportar escuchar más, en el caso de que oiga lo intolerable.

Celebramos nuestro décimo aniversario de bodas la semana pasada y de repente me di cuenta que James había estado enfermo (a falta de una palabra mejor) durante 2 años y medio, lo que representa el 25% de nuestras vidas juntos. Una cuarta parte del tiempo que hemos estado casados vivimos con los efectos de un accidente cerebrovascular que podría haberse evitado.

En ese tiempo hemos realizado muchas, pero muchas visitas a hospitales, una cardioversión, 3 ablaciones de catéter, llorado muchas lágrimas (¡mías!), tenido depresiones increíbles, algunas cosas positivas, y suficiente estrés como para durar toda la vida. Estábamos en Bart como normalmente lo hacemos los lunes, y pensamos que podría haber sido dado de alta, pero tenemos otra cita acordada en mayo del próximo año y, posiblemente, otra después de eso y luego, posiblemente vayan disminuyendo, hasta posiblemente le dejen de prescribir la warfarina- posiblemente. Cualquier cosa es posible.

Voy a decir que, prestar atención sólo al día siguiente cuando se está en crisis es tan importante como mirar atrás y ver lo lejos que se ha llegado. Y si hay algo que enseña un problema de salud importante es a no preocuparse más por las cosas pequeñas, porque nada podrá ser igualmente alarmante. Y realmente importante, no dejes para mañana NADA que pueda hacerse ahora. Si siempre has querido volar en un bombardero de la Segunda Guerra Mundial, o ver un concierto de Rod Stewart o ir a Venecia – entonces hazlo, hazlo mientras puedas hacerlo, porque por más que esto suena como el máximo cliché, nadie sabe lo que le espera; y probablemente eso sea bueno.

Inspiradoras Historias reales de celebridades que sufrieron de Enfermedad Vascular Cerebral

Algunas celebridades pueden retorcernos el estomago. Desde las travesuras de los jóvenes ricos y borrachos, hasta el comportamiento de los mimados derrochadores, uno no pensaría que mucho acerca de ellos pudiera ser útil o más aún, inspirador. ¡Sin embargo, muchas reconocidas celebridades han sufrido Ictus y han peleado contra sus secuelas! Estos hombres y mujeres sufrieron un derrame cerebral que cambió sus vidas, sin embargo, se superpusieron a él y alcanzaron incluso mayor éxito en sus carreras profesionales y vidas personales. Sus historias personales de superación pueden servirle como fuente de inspiración y motivación a los supervivientes de un derrame cuando las cosas se ponen difíciles. Algunos de estos son:

Bret Michaels


En el 2010, el ex roquero, Bret Michaels, fue trasladado de urgencia al hospital, quejándose de dolor abdominal. En aquel momento, se encontró que tenía apendicitis, y este le fue extirpado con éxito. Sin embargo, más adelante ese mismo año, sufrió un espantoso dolor de cabeza y fue readmitido en el hospital. Había sufrido una hemorragia subaracnoidea masiva (sangrado cerebral), la que casi le cuesta la vida. Posteriormente ese año, Michaels sufrió un ataque isquémico transitorio, que fue ocasionado debido a un defecto específico subyacente del corazón: foramen oval permeable. Logró una recuperación casi completa. Michaels tiene tan solo 49 años de edad, y se ha recuperado e incluso ha continuado presentándose, y alcanzando los objetivos de su vida.

Kirk Douglas

Kirk Douglas es una atractiva estrella del teatro y la pantalla. Es muy conocido por las películas que realizó durante su juventud y por su famoso hijo actor, Michael, pero algunos lo ven más que nada como un grandioso ejemplo de cómo puede ser la vida después de sufrir un Ictus. En 1996, sufrió un ictus que afectó permanentemente su capacidad para hablar claramente. Trabajando incansablemente con logopedas, fue capaz de pronunciar un discurso de agradecimiento cuando fue galardonado con un Oscar Honorífico ese mismo año. Todavía se conserva fuerte a sus 95 años de edad, y actualmente es la celebridad blogger activa de mayor edad. A pesar de que el derrame puede haber afectado su capacidad para hablar, no evitó que se comunique a través de los nuevos medios de comunicación con todo el mundo.

Mark McEwen

Mark McEwan comenzó su carrera profesional como un meteorólogo, pero eventualmente apostó por cambiar de área televisiva y terminó siendo un popular reportero de celebridades para el popular programa de CBS “This Morning Show”. Entrevistó a famosos políticos y celebridades, sin embargo, en el 2005 se enfrentó a la lucha más dura de toda su vida. Sufrió un Ictus masivo y de pronto se vio luchando por su vida durante varios días. Cuando finalmente se recuperó, sufrió de hemiplejia y se vio confinado a una silla de ruedas. Sin embargo, no dejó que eso lo detuviera. Trabajó junto con fisioterapeutas para lograr volver a caminar con la ayuda de un bastón caminador y posteriormente por su cuenta propia. A pesar de que su EVC afectó parcialmente su capacidad para hablar, McEwen pudo rehabilitar su voz y volver a trasmitir, asimismo, escribió un libro en el que detalla su viaje de regreso. Aún trabaja para el noticiero de una filial de la CBS en California.

Dick Clark

Dick Clark quizás es una de las celebridades más visibles que han sufrido una EVC. En el 2004, anunció que padecía de diabetes tipo 2, y más tarde ese año, fue hospitalizado con una EVC. Desafortunadamente, esta suele ser una complicación sumamente común de la diabetes y dejó a Clark incapaz de organizar la fiesta de víspera de año nuevo en el Times Square de ese año. Él regresó a los medios, pero luchó contra la disartria en sus trasmisiones durante los años posteriores. Sin embargo, su voluntad jamás claudicó, y luchó para dejárselo en claro a sus espectadores, continuó con el trabajo de su vida, entreteniendo a millones hasta su muerte en el año 2012.

Tedy Bruschi

La última persona que uno pensaría que podría sufrir una EVC es alguien que es un joven y atlético deportista, pero Tedy Bruschi el linebacker de los “New England Patriots” se ajusta a esa descripción. Apenas hubo terminado de jugar en la liga profesional en el 2005, comenzó a sufrir entumecimiento, visión borrosa y dolor de cabeza. Se encontró que había sufrido un ictus moderado que fue causado por un orificio congénito en su corazón. A pesar de que él experimentó parálisis facial, pudo jugar otra vez en tan solo un año. Fue elegido como capitán de un equipo defensivo y pasó varios años más jugando al fútbol. Se retiró en el 2009 y actualmente dirige una Fundación para crear conciencia acerca de la EVC.

Candice Bergen

Candice Bergen es muy conocida por su aspecto de supermodelo y por el Emmy que ganó por su actuación en el “Show de Murphy Brown”. No es muy sabido, pero también sufrió un ictus en el 2006. Ella realmente no quería hablar acerca de ello, porque le preocupaba que las personas en Hollywood la comenzaran a discriminar. Por lo tanto, ella lo mantuvo para sí misma y siguió con su vida. Solo es hasta ahora que ella está hablando acerca de lo que vivió, y admite que su memoria no es lo que solía ser. Este es el único signo que ella tiene de haber sufrido un derrame, pero no dejó que esto la detuviera. Recientemente convino en presentarse en una obra de teatro, y encuentra que esto le está ayudando a afrontar su EVC – incluso si le lleva un poco más aprender sus líneas.

Gustavo Cerati

En Mayo del 2010, el músico argentino sufrió un ataque cerebral al finalizar un concierto en Venezuela. La American Stroke Association señala que estos ataques son la causa numero 4 de muerte en el país. En la actualidad, el músico argentino se encuentra en estado de coma, por la Enfermedad Vascular Cerebral, en Argentina.

Gary Coleman

El actor de la serie "Different Strokes", murió en Mayo del 2010 en Utah, a los 42 años, después de sufrir una Enfermedad Vascular Cerebral. Al parecer, en Enero de ese año ya había sufrido un primer Ictus. Tenia problemas renales que lo obligaron a someterse a dos trasplantes en su niñez.

Daniela Spanic
 
La actriz tuvo una Enfermedad Vascular Cerebral en Julio del 2007, con 4 meses de embarazo,y permaneció en coma una semana. Cuando se cumplió el ciclo de gestación, tuvo a su hija vía cesárea. Actualmente,  sigue dando conferencias donde comparte la experiencia que le toco vivir.

Hugh Heffner

El fundador del imperio "Playboy" sufrió una Enfermedad Vascular Cerebral en 1985, cuando tenia 59 años. Su recuperación fue completa, tanto que le permitió seguir su exitosa carrera repleta de conejitas rubias. 

Esto es solo una pequeña demostración, de que la Enfermedad Vascular Cerebral le puede suceder a cualquiera.

jueves, 19 de junio de 2014

Cuidados

El mejor cuidado que uno puede realizar es intentar prevenir la Enfermedad Vascular Cerebral. Para ello:


  • Cuide su presión arterial.
  • Adopte dietas equilibradas.
  • Si sufre de diabetes, busque controlarla.
  • No fume.
  • No ingiera bebidas alcohólicas.

Tratamientos

Los tratamientos son administrados en la fase aguda, en un hospital. En este, se le suministrará al enfermo medicamentos y, posiblemente, se le apliquen medidas quirúrgicas. Los medicamentos impiden la formación de nuevos coágulos o el aumento de tamaños de los que ya existen. 

El éxito del tratamiento depende de:


  • La magnitud del daño que haya producido la Enfermedad Vascular Cerebral.
  • La destreza del equipo de rehabilitación.
  • El estado de animo del paciente.
  • El apoyo que reciba de familiares y amigos.

Incapacidades resultantes de una Enfermedad Vascular Cerebral

Aunque, la Enfermedad Vascular Cerebral es una enfermedad del cerebro, esta puede afectar a todo el cuerpo. Algunas de las incapacidades que pueden resultar de una Enfermedad Vascular Cerebral son la parálisis, déficit cognoscitivos, problemas del habla, dificultades emocionales, problemas de la vida diaria y dolor.

Parálisis: La parálisis puede afectar solo a la cara, un brazo, o una pierna, o puede afectar a todo un lado del cuerpo y a la cara. Una persona que sufre una Enfermedad Vascular Cerebral en el hemisferio izquierdo del cerebro presentara parálisis del lado derecho. A la inversa, una persona que sufre una Enfermedad Vascular Cerebral en el hemisferio derecho del cerebro presentara déficit en el lado izquierdo del cuerpo. Un paciente que sufre una Enfermedad Vascular Cerebral también podrá presentar problemas con las actividades diarias más simples, tales como caminar, vestirse, comer y utilizar el cuarto de baño. Los déficit motores pueden resultar del daño de la corteza motora en los lóbulos frontales del cerebro o del daño de las partes inferiores del cerebro, tales como el cerebelo, que controla el equilibrio y la coordinación. Algunos pacientes también presentan problemas en comer y tragar, llamados disfagia.

Déficit cognoscitivos: Una Enfermedad Vascular Cerebral puede ocasionar problemas de raciocinio, conciencia, atención, aprendizaje, hacer juicio y memoria. Si los problemas cognoscitivos son severos, el paciente puede tener apraxia, agnosia o “descuido”. En el contexto de la Enfermedad Vascular Cerebral, “descuido”  de conciencia significa que un paciente no tiene conocimiento de un lado de su cuerpo o un lado del campo visual y no está consciente del déficit. Un paciente que ha sufrido una Enfermedad Vascular Cerebral puede estar inconsciente de lo que le rodea o puede estar inconsciente de déficit mentales resultantes de la Enfermedad Vascular Cerebral.

Déficit de lenguaje: Las personas víctimas de una Enfermedad Vascular Cerebral tienen a menudo problemas en comprender o formar frases. Un déficit de comprensión del lenguaje se llama afasia. El problema en hablar o formar palabras se llama disartria. Los problemas del lenguaje resultan generalmente de daño a los lóbulos temporales y parietales izquierdo del cerebro.

Déficit emocionales: Los pacientes que sufren una Enfermedad Vascular Cerebral pueden tener dificultad en controlar sus emociones o pueden expresar emociones inapropiadas en ciertas situaciones. Una incapacidad común que ocurre en muchos pacientes que han sufrido una Enfermedad Vascular Cerebral es la depresión. La depresión puede ser más que una tristeza general resultante del incidente de Enfermedad Vascular Cerebral. Es un problema de comportamiento clínico que puede dificultar la recuperación y la rehabilitación y puede incluso conducir al suicidio. La depresión posterior a la Enfermedad Vascular Cerebral se trata como cualquier depresión, con medicamentos anti-depresores y mediante la terapia.

Dolor: Los pacientes pueden experimentar dolo, entumecimiento incomodo o sensaciones extrañas después de sufrir una Enfermedad Vascular Cerebral. Esas sensaciones pueden deberse a muchos factores, entre ellos, daño de las regiones sensoriales del cerebro, articulaciones inflexibles o una extremidad incapacitada. Un tipo común de dolor resultante de un accidente cerebrovascular se llama “dolor central de accidente cerebrovascular” o “síndrome de dolor central”. Este resulta del daño a un área del cerebro llamada tálamo. El dolor es una mezcla de sensaciones, entre las que figuran las de calor y frio, ardor, hormigueo, falta de sensación, punzadas agudas y dolor inmenso subyacente. El dolor es a menudo peor en las extremidades (las manos y los pies) y empeora con el movimiento y los cambios de temperatura, en especial las temperaturas frías.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo en Enfermedad Vascular Cerebral, pueden ser agrupados en factores de riesgo inherentes a características biológicas de los individuos (edad y sexo), a características fisiológicas (presión arterial, colesterol sérico, fibrinógeno, índice de masa corporal, cardiopatías y glicemia), a factores de riesgo relacionados con el comportamiento del individuo (consumo del cigarro o alcohol, uso de anticonceptivos orales), y a características sociales o étnicas. Poblaciones afrocaribeñas muestran más altas tasas de Enfermedad Vascular Cerebral frente a poblaciones de raza blanca. Este fenómeno se ha explicado por la mayor incidencia de hipertensión arterial entre los primeros. En clases sociales bajas se ha encontrado también mayor incidencia de Enfermedad Vascular Cerebral, lo que se ha atribuido a diferencias en los regímenes dietéticos. 

¿Quien esta sometido a sufrir una Enfermedad Vascular Cerebral?

          Algunas personas, están sometidas a un riesgo mayor de sufrir una enfermedad vascular cerebral que otras pero esto puede sucederle a cualquiera, solo es cuestión de prevenir. Entre los factores de riesgo imposibles de modificar figuran la edad, el género, la raza/etnicidad, y un historial de enfermedad vascular cerebral en la familia. En cambio, otros factores de riesgo de enfermedad vascular cerebral, tales como la alta presión sanguínea o el uso de cigarros, pueden ser modificados o controlados por la persona sometida a dicho riesgo.

Sintomas de la Enfermedad Vascular Cerebral

Los síntomas de la Enfermedad Vascular Cerebral, aparecen repentinamente. Estos pueden ser:

  • Falda de sensación o debilidad repentina en la cara, brazo, o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión repentina, o problema al hablar o comprender lo que se habla.
  • Problema repentino al ver por un ojo, o por ambos.
  • Problema repentino al caminar, mareos o perdida de equilibrio o de coordinación.
  • Dolor de cabeza severo repentino sin causa conocida.


Tipos de Enfermedad Vascular Cerebral

La clasificación mas simple de la Enfermedad Vascular Cerebral es la siguiente:

-Enfermedad Vascular Cerebral por Isquemia: Ocurre cuando, una arteria que suministra sangre al cerebro queda bloqueada, reduciendo repentinamente, o interrumpiendo el flujo de sangre y, con el tiempo, ocasionando un infarto al cerebro. Los coágulos de sangre son la causa más común del bloqueo arterial y del infarto cerebral. El proceso de coagulación es necesario y beneficioso en todo el cuerpo debido a que detiene la hemorragia y permite reparar las áreas dañadas de las arterias o de las venas. Sin embargo, cuando los coágulos de sangre se forman en el lugar incorrecto dentro de una arteria, ocasionan una lesión devastadora al interferir con el flujo normal de sangre. Los problemas de coagulación se hacen más frecuentes a medida que las personas avanzan de edad.

Los coágulos de sangre pueden ocasionar isquemia e infarto de dos formas. Un coagulo que se forma en una parte del cuerpo fuera del cerebro puede trasladarse a través de los vasos sanguíneos y quedar atrapado en una arteria cerebral. Este coagulo libre se denomina émbolo y a menudo se forma en el corazón. Una Enfermedad Vascular Cerebral ocasionado por un émbolo se denomina Enfermedad Vascular Cerebral embolico. La segunda clase de Enfermedad Vascular Cerebral isquémico, es llamado Enfermedad Vascular Cerebral trombótico, que es ocasionado por una trombosis. Una trombosis es la formación de un coagulo de sangre en una de las arterias cerebrales que permanece fijo a la pared arterial hasta que aumenta de tamaño, lo suficiente para bloquear el flujo de sangre al cerebro.

Aunque también, las Enfermedades Vasculares Isquémicos  pueden ser ocasionadas por estenosis, o estrechamiento de una arteria debido a la acumulación de placa (mezcla de sustancias grasas, incluyendo el colesterol y otros lípidos) y de coágulos de sangre a lo largo de la pared arterial. La estenosis puede ocurrir tanto en las arterias grandes como en las pequeñas y, por tanto, se llama “enfermedad de vasos grandes” o “enfermedad de vasos pequeños”, respectivamente. Cuando ocurre una Enfermedad Vascular Cerebral debido a una enfermedad de vasos pequeños, se desarrolla un infarto muy pequeño, llamado a veces infarto lagunar. 

Continuando, la enfermedad de los vasos sanguíneos más común que ocasiona la estenosis es la arteriosclerosis. En la arteriosclerosis, depósitos de placa se acumulan a lo largo de las paredes interiores de las arterias grandes y medianas, ocasionando un aumento en el espesor, endureciendo y perdida de elasticidad en las paredes arteriales y una reducción en el flujo sanguíneo.  



-Enfermedad Vascular Cerebral por hemorragia: Ocurre cuando se rompe una arteria en el cerebro, la sangre pasa al tejido circundante y perturba no solo el suministro de sangre, sino el equilibrio químico delicado que las neuronas requieren para funcionar. La hemorragia ocurre de varias formas. Una causa común es una aneurisma sangrante, un lugar débil o delgado en una pared arterial. Con el tiempo, estos lugares débiles se dilatan o se hinchan en forma de globo bajo una presión arterial elevada. Las paredes delgadas de estas aneurismas en forma de globo pueden romperse y derramar sangre en el espacio que rodea a las células cerebrales.

También, la hemorragia ocurre cuando las paredes arteriales se rompen. Las paredes arteriales incrustadas con placa pierden con el tiempo su elasticidad y se tornan quebradizas y delgadas, propensas a romperse. La hipertensión o alta presión sanguínea aumenta el riesgo de que una pared arterial quebradiza ceda y libere sangre dentro del tejido cerebral circundante. Una persona con malformación arteriovenosa también tiene riesgo mayor de sufrir un accidente hemorrágico. Las malformaciones arteriovenosas son un conglomerado de vasos sanguíneos y capilares defectuosos dentro del cerebro que tienen paredes delgadas y pueden, por tanto, romperse. La sangre procedente de las arterias cerebrales rotas puede pasar a la sustancia del cerebro o a los distintos espacios que rodean al cerebro. 

Una hemorragia intracerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo dentro del cerebro derrama sangre en el propio cerebro. Hemorragia sumaracnoide es la hemorragia bajo las meninges o membranas exteriores del cerebro al espacio delgado lleno de fluido que rodea al cerebro. El espacio subaracnoide separa a la membrana aracnoide de la membrana pia mater subyacente. Contiene un líquido claro (fluido cerebroespinal), así como los vasos sanguíneos pequeños que suministran sangre a la superficie exterior del cerebro. En una hemorragia subaracnoide, una de las pequeñas arterias dentro del espacio subaracnoide se rompe, inundando de sangre el área y contaminando el fluido cerebroespinal. Puesto que el fluido cerebroespinal fluye a través del cráneo, dentro de los espacios del cerebro, la hemorragia subaracnoide puede conducir a un extenso daño en todo el cerebro. De hecho, la hemorragia subaracnoide es el más mortal de todos las Enfermedades Vasculares Cerebrales.



¿Que es la Enfermedad Vascular Cerebral?

Básicamente, la Enfermedad Vascular Cerebral, es un trastorno caracterizado por el conjunto de signos y síntomas funcionales y/o estructurales, del sistema nervioso central, en el cual un área de encéfalo se afecta de forma transitoria o permanente, por isquemia o hemorragia, estando uno o más vasos sanguíneos cerebrales afectados por diversos procesos patológicos. Dichas manifestaciones clínicas suelen instaurarse de forma rápida y repentina, originando en el individuo una discapacidad funcional muy importante con carácter normalmente muy grave en las formas hemorragicas. Pueden asentarse en cualquier parte del sistema nervioso central, pero tienen especial predilección por ciertas áreas, como las irrigadas por la arteria cerebral media.  




La Enfermedad Vascular Cerebral, es considerada como una emergencia neurológica que requiere un diagnostico y tratamiento inmediatos. Para ser considerado como Enfermedad Vascular Cerebral, las manifestaciones clínicas deben perdurar siempre por un tiempo superior a las 24 horas. En caso de que el paciente se recupere en el transcurso de las 24 horas tras el episodio, hablamos de “ataque isquémico transitorio”, pero no de Enfermedad Vascular Cerebral. El proceso isquémico cerebral, requiere horas para su instauración y este lapso, al que se conoce como ventana terapéutica, permite detener y minimizar las reacciones metabólicas que conducen a la muerte neuronal limitando así el área final de necrosis.

Además, a la Enfermedad Vascular Cerebral también se le conoce por otros nombres, como lo son: Ictus, apoplejía, infarto cerebral, ataque cerebral, embolia o trombosis cerebral. Aunque a los dos últimos términos, no obstante, se refieren a las distintas causas de Enfermedad Vascular Cerebral.

Bienvenidos sean a nuestro blog.

Principalmente, quiero agradecerles por tomar un poco de su tiempo para entrar a nuestro blog. Aunque no lo crean, estamos muy agradecidos por ello. Somos estudiantes de Venezuela, cuyo propósito al crear este espacio es realizar una campaña para concienciar acerca de la Enfermedad Vascular Cerebral.

Como dice el titulo, este blog estará basado en las Enfermedades Vasculares Cerebrales: su respectiva definición, tipos, causas, la invalidez resultante, los tratamientos, los cuidados que son requeridos para no sufrir de esta enfermedad, historias de personas que sufrieron de Enfermedad Vascular Cerebral, entre otras cosas.

Espero les guste, y en el futuro les pueda servir como material referente.

Muchas gracias.